Hay muchas herramientas que pueden ser utilizadas tanto como
para captar el talento como para retenerlo y sacarle el mayor potencial
posible, como, por ejemplo, la técnica de Programación Neurolingüística para
precisamente, y volviendo al tema anterior sobre los motivos de cambio de
trabajo, enseñar a motivar, liderar y dirigir equipos humanos.
Además, para saber cuál es el rendimiento objetivo que está
aportando cada trabajador se recurre al método llamado ‘evaluación del
desempeño’. Según describe Luis Miguel Manene, autor de un blog sobre
competitividad, este método es ‘en definitiva, un análisis del pasado, en el momento
presente, para proyectar el futuro’ (Manene, 2016) .
Los resultados del método van a servir para saber qué es lo
que necesita el trabajador y cómo ayudarle a progresar. Por otro lado, también
van a ser necesarios estos resultados en la toma de decisiones de los distintos
departamentos que la implementen. Se van a determinar acciones concretas para
cada empleado dependiendo de si este pasa a estar en la categoría de pull de
talento, o por el contrario hay que crearle un plan de acción personalizado
para su mejora inmediata.
Esta evaluación tiene que ser efectuada a mi parecer, mínimo
una vez al año por trabajador para dotarle de opciones tanto de desarrollo como
de formación.
Luis Miguel Manene, habla sobre el modelo ROCA 4444 para
realizar evaluaciones de desempeño más efectivas. Son cuatro valoraciones sobre
actitudes a las cuales se les puede añadir otras cuatro más con el enfoque de
aptitudes. Para él, los valores esenciales que define a una persona ROCA son la
responsabilidad, la organización, la comunicación y la proactividad (Manene, 2016) .
Otro valor importante que se desprende de esta técnica es la
de conseguir una máxima adecuación entre puesto y empleado. De esta manera se
va a conseguir que el trabajador esté satisfecho de la labor que está haciendo
y por tanto aumente su rendimiento y productividad.
También se detectan las necesidades de formación que tiene
la plantilla. Según estadísticas del Ministerio de Empleo, un 36% de las empresas
detectaron necesidades de formación en su plantilla en 2015 (Ministerio de Empleo, 2016) . Cierto es que los
porcentajes difieren mucho según el tamaño de la misma. Sin embargo, casi un
80% proporciona formación. Siguiendo el sentido común, quiere decir que hay más
de un 40% que ofrece formación sin saber a quién, cómo y cuándo la tiene que
dar.
La finalidad de la formación no es otra que la de mejorar
los conocimientos, técnicas y habilidades de las personas para que la desarrollen
en el ámbito laboral. Pero, si no se sabe a quién ni el qué se da, entonces
esta finalidad deja de ser objetiva.
Seguramente muchos empresarios piensen que formar es igual a
coste, en vez de saber que formar eficazmente es igual a rentabilidad. Y sino,
que se lo pregunten a Facebook o Google. Aquel que piense que formar es igual a
coste es que no se ha parado a medir los estándares de rendimiento.
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